Un equipo de investigadores de la Unversidad de California en Los Ángeles (UCLA ha realizado un estudio cuyos resultados señalan por vez primera que la meditación puede frenar la decadencia de las células CD4-T en pacientes con sida.
Estas células, que pertenecen al grupo de glóbulos blancos de la sangre, coordinan las respuestas inmunes del organismo y, por tanto, serían como el “cerebro” de nuestro sistema inmunológico, explican los científicos en un comunicado de la UCLA.
Por otro lado, las células CD4-T son las que sufren el ataque del virus VIH, que las desgasta lentamente debilitando el sistema inmunológico de aquéllos que padecen esta enfermedad.
El sida provoca que el organismo no sea capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones. Actualmente, se calcula que unos 30 millones de personas viven con el virus del sida en el mundo, según el informe Situación de la epidemia del sida 2007 de la Organización para las Naciones Unidas.
Atención al presente
Desde hace algún tiempo, los científicos saben, por otra parte, que los enfermos de sida tienen otro enemigo, además del virus: el estrés, que puede acelerar el declive de las células CD4-T. Por tanto, la combinación de estrés y VIH resultaría potencialmente mortal.
David Creswell, psicólogo social del Cousins Center for Psychoneuroimmunology de la UCLA especializado en analizar los efectos del estrés en la salud de las personas, señaló que el presente estudio proporciona la primera indicación de que la meditación de atención plena puede tener un impacto directo en la ralentización de la progresión del sida. Y, por tanto, podría usarse como tratamiento complementario a la medicación.
La meditación de atención plena consiste en abrir la conciencia receptiva del momento presente en cada experiencia, eludiendo el pensar en el pasado o preocuparse por el futuro. En resumidas cuentas, es un tipo de meditación que consiste en experimentar un estado ininterrumpido de absoluta atención en el presente. Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista especializada Brain, Behavior, and Immunity.
Mantenimiento del nivel de células
Para el estudio, Creswell y sus colaboradores llevaron a cabo un programa de meditación de reducción de estrés basado en la meditación de atención plena, de un total de ocho semanas de duración, y lo compararon con un grupo de control del estrés que duró sólo un día.
Las muestras tomadas a un total de 48 adultos con diagnóstico positivo para el VIH demostraron que los participantes en el programa de meditación de ocho semanas no mostraron pérdidas en las células CD4-T, lo que indicó que el entrenamiento en la meditación de atención plena podía reducir el declive de estas células.
Por el contrario, el grupo de control de un solo día mostró reducciones significativas en las CD4-T desde antes y hasta después del estudio, una progresión típica del proceso de la enfermedad.
Los científicos registraron una relación directa entre la atención a las clases de meditación y el número de células CD4-T afectadas: “cuanto mayor había sido la asistencia a las clases de meditación de atención plena de los participantes, mayor nivel de células CD4-T presentaban los participantes al final del experimento”, declaró Creswell.
Efectos protectores
Los investigadores quedaron sorprendidos al descubrir, además, que los efectos totales en las células CD4-T se mantuvieron incluso tras controlar una serie de factores que podrían haber empañado los resultados del estudio.
El más notable de estos factores fue que los científicos hallaron efectos protectores derivados de la meditación equivalentes, tanto si los participantes habían estado tomando sus fármacos de antirretrovirales como si no.
Según Creswell, el interés por la meditación para reducir el estrés, y mejorar así el estado de las personas con sida es cada vez mayor. La de estos científicos sería, sin embargo, la primera investigación que demuestra el efecto protector contra el VIH del entrenamiento en la meditación de atención plena.
Creswel y sus colaboradores de la UCLA examinan ahora las vías subyacentes por las que la meditación de atención plena consigue reducir el estrés utilizando técnicas de registro de imágenes de la actividad cerebral, así como recopilando información genética y del sistema inmune.
Hace un año, la revista PNAS publicaba un artículo que relacionaba la meditación con la reducción del estrés, un mal muy generalizado en las sociedades occidentales y que cada vez más estudios vinculan con la alteración de aspectos específicos del sistema inmunológico humano.
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