La concentración de poblaciones humanas representa la principal amenaza para los ecosistemas de agua dulce.
Los residuos inherentes a su actividad industrial y la presión urbanística que ejercen sobre estos espacios suponen una pérdida de la biodiversidad del entorno.
La Unión Europea, a través del programa Lakeadmin se ha planteado como objetivo recuperar el buen estado de los cursos de agua en un plazo de tres años.
Este programa (“Administración regional de las iniciativas de restauración de lagos”), dotado con 1, 48 millones de euros, pretende aúnar los diferentes esfuerzos realizados por las administraciones regionales en este campo y obtener unas conclusones generales que sirvan como modelo para todos los socios comunitarios.
Puesta en común de experiencias
Coordinado por el insituto de medio ambiente de Finlandia, en el proyecto participan científicos procedentes de Dinamarca, Italia, República Checa, Estonia, Irlanda, Grecia, Irlanda, Dinamarca, Hungría, Malta y Finlandia.
Su labor consistirá en evaluar las experiencias que han llevado a cabo en estos territorios en la recuperación de estos hábitats densamente poblados, en su mayoría por los seres humanos.
Para ello, recopilarán las mejores prácticas de la gestión hídrica en una base de datos de ámbito europeo.
Herbicidas, plaguicidas, fertilizantes, vertidos indusriales y todo tipo de residuos introducidos por el ser humano tienen un efecto devastador sobre estos hábitats.
Asimismo, la introducción de especies ajenas -animales o vegetales- provoca un desequilibrio medioambiental que llega en la mayoría de los casos a la desaparición de las especies autóctonas.
Otro de los efectos esquilmadores es la sobreexplotación de los recursos naturales de esos espacios.
El punto de partida para este proyecto comunitario es el seminario que se ha tenido lugar en Helsinki el tres y cuatro de mayo, bajo el título «Gestión de lagos en las políticas regionales: buenas prácticas y necesidad de conocimientos».
La política hídrica europea tiene el objetivo de conseguir que todos los cursos de agua de la Unión Europea estén en buen estado en un plazo de tres años.
A pesar del optimismo inicial de los organizadores sobre sus objetivos, la recuperación de algunos de los espacios de agua dulce tendrá que esperar a 2027 para lograr su pleno equilibrio.
Hacer un comentario