Tendencias21

Las bacterias intestinales de ratones calmados tranquilizan a los ansiosos

Investigadores de Canadá financiados por el ejército estadounidense han demostrado que inoculando bacterias fecales de ratones calmados a ratones ansiosos, se puede cambiar el estado de ánimo de éstos. También se observan cambios en biomarcadores específicos en el cerebro.

Las bacterias intestinales de ratones calmados tranquilizan a los ansiosos

¿Podrían utilizarse las bacterias del intestino para curar o prevenir enfermedades neurológicas tales como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la ansiedad o la depresión? Dos investigadores apoyados por la Oficina de Investigación Naval (ONR) estadounidense piensan que hay muchas posibilidades.

John Bienenstock y Paul-Forsythe, que trabajan en el Instituto Cerebro-Cuerpo de la Universidad de McMaster en Ontario (Canadá), están investigando las bacterias intestinales y su efecto sobre el cerebro humano y el estado de ánimo.

Como explica en la nota de prensa de la ONR la oficial del Departamento de Aviones de Combate Linda Chrisey, este es un trabajo muy importante para su departamento, «ya que sugiere que los microbios del intestino desempeñan un papel importante en la respuesta del organismo a situaciones de estrés, así como en quiénes podrían ser susceptibles a enfermedades como el TEPT».

Los billones de microbios del tracto intestinal, conocidos colectivamente como microbioma intestinal, afectan profundamente a la biología humana -digestión de los alimentos, regulación del sistema inmunológico e incluso la transmisión de señales al cerebro que alteran el estado de ánimo y el comportamiento.

A través de investigación con ratones de laboratorio, Bienenstock y Forsythe han demostrado que las bacterias intestinales afectan seriamente al estado de ánimo y el comportamiento. También fueron capaces de controlar los estados de ánimo de ratones ansiosos alimentándolos con microbios sanos a partir de material fecal recogida de ratones tranquilos.

Bienenstock y Forsythe utilizaron un escenario de derrota social en el que los ratones más pequeños fueron expuestos a otros más grandes y agresivos durante un par de minutos al día durante 10 días consecutivos.

Los ratones más pequeños mostraron signos de aumento de la ansiedad y estrés: agitación nerviosa, disminución del apetito y una menor interacción social con otros ratones. Luego, los investigadores recogieron muestras de heces de los ratones estresados ​​y las compararon con las de ratones tranquilos.

«Lo que encontramos fue un desequilibrio en la flora intestinal de los ratones estresados», dice Forsythe. «Había una menor diversidad en los tipos de bacterias presentes. Los intestinos tienen una ecología muy compleja. A menor diversidad, mayores perturbaciones en el cuerpo».

El cerebro

Bienenstock y Forsythe alimentaron entonces a los ratones estresados ​​con los mismos probióticos (bacterias vivas), pero de ratones tranquilos, y examinaron las nuevas muestras fecales. A través de espectroscopía de resonancia magnética, una técnica analítica no invasiva, estudiaron también los cambios en la química del cerebro.

«No sólo el comportamiento de los ratones mejoró drásticamente con el tratamiento probiótico», dice Bienenstock, «sino que continuó mejorando durante varias semanas después de finalizado. Además, la espectroscopía nos permitió ver ciertos biomarcadores químicos en el cerebro cuando se estresaba a los ratones y cuando estaban tomando los probióticos».

Ambos investigadores dicen que los biomarcadores de estrés podrían indicar potencialmente si alguien está sufriendo de trastorno de estrés postraumático o tiene riesgo de desarrollarlo, de modo que se puede tratar o prevenir con probióticos y antibióticos.

A finales de este año, Bienenstock y Forsythe llevarán a cabo más experimentos con trasplantes fecales de ratones calmados a ratones estresados. También esperan obtener financiación para llevar a cabo ensayos clínicos para administrar los probióticos a voluntarios humanos y usar MRS para vigilar las reacciones del cerebro a diferentes niveles de estrés. La ONR también está estudiando el uso de la biología sintética para mejorar el microbioma intestinal.

Referencia bibliográfica:

S. Leclercq, P. Forsythe, J. Bienenstock: Posttraumatic Stress Disorder: Does the Gut Microbiome Hold the Key?. The Canadian Journal of Psychiatry (2016). DOI: 10.1177/0706743716635535.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Las mariposas pueden viajar a través de océanos enteros con la ayuda del viento 8 julio, 2024
    Un nuevo estudio ha demostrado que la mariposa dama pintada (Vanessa cardui) puede cruzar el segundo océano más grande del mundo, el Atlántico, con la ayuda de los vientos. Logra cubrir 4.200 kilómetros en tan solo 5 a 8 días. Sin el empuje de los vientos, los insectos solo habrían alcanzado unos 780 kilómetros antes […]
    Pablo Javier Piacente
  • El material orgánico de Marte revela el origen de la vida en la Tierra 8 julio, 2024
    Los científicos han descubierto que el dióxido de carbono en interacción con la luz solar ultravioleta reaccionó para conformar una niebla de moléculas de carbono, que se precipitaron sobre la superficie de Marte y dieron origen de esta forma al material orgánico identificado en el Planeta Rojo. El hallazgo podría ayudarnos a revelar cómo terminaron […]
    Pablo Javier Piacente
  • Cumbre mundial de física nuclear en Barcelona 8 julio, 2024
    La Universidad de Barcelona acoge esta semana una cumbre mundial de física nuclear y hadrónica para debatir las posibilidades de los núcleos atómicos para desvelar los misterios que rodean a los componentes esenciales de la materia cósmica.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Los perros que viven cerca de Chernóbil son genéticamente únicos 7 julio, 2024
    Un nuevo estudio sugiere que los perros que viven en las cercanías de la zona donde ocurrió el desastre nuclear de Chernóbil en 1986 han desarrollado variaciones genéticas únicas, que los diferencian notablemente de otras poblaciones de la misma especie. Además, los científicos creen que existen cambios en el impacto genético de acuerdo a la […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los neandertales se extinguieron por hacer el amor, y no la guerra 6 julio, 2024
    Una nueva investigación sugiere que tener sexo con el Homo sapiens habría terminado con los neandertales, y no grandes guerras o enfrentamientos con animales feroces. Al parecer, el mestizaje con nuestros ancestros podría haber dado como resultado que muy pocos neandertales se cruzaran entre sí, lo que los llevó a la extinción.
    Pablo Javier Piacente
  • Algo invisible podría esconderse bajo la superficie de la Luna 5 julio, 2024
    Las extrañas estructuras arremolinadas de origen magnético que se han descubierto en la Luna y que aún no tienen explicación, podrían crearse a partir de la actividad de algo desconocido que existe en el interior del satélite: un nuevo estudio intenta determinar qué podría ser exactamente lo que está oculto bajo la superficie lunar y […]
    Pablo Javier Piacente
  • Las explosiones solares extremas combinadas con un campo magnético débil podrían ser un gran peligro para la Tierra 5 julio, 2024
    Los científicos advierten que en momentos en que el campo magnético de la Tierra es débil, las tormentas solares muy intensas podrían tener un efecto dramático para la vida en todo el planeta. Aunque no es posible saber cuándo podría concretarse esta combinación mortal, indican que es necesario estar alertas durante el máximo solar o […]
    Pablo Javier Piacente
  • Se crea el primer acceso gratuito a la superficie lunar 5 julio, 2024
    Un software de código abierto llamado Moonindex facilita a los científicos una herramienta gratuita para explorar el posible uso de los recursos minerales de la Luna en futuras misiones espaciales y para identificar sitios de aterrizaje adecuados.
    Redacción T21
  • Crean el primer robot organoide con materia cerebral humana 4 julio, 2024
    Un sistema de interfaz cerebro-ordenador desarrollado en China combina la materia cerebral humana con un chip para crear un robot híbrido: se trata de un organoide creado en base a células madre en un entorno controlado de laboratorio, que interactúa con electrodos para llevar adelante funciones cerebrales básicas.
    Pablo Javier Piacente
  • Una pierna biónica puede ser controlada por el cerebro y hasta permite escalar o bailar 4 julio, 2024
    Los investigadores han desarrollado una nueva pierna protésica que se puede controlar a través de señales cerebrales: permite caminar a velocidades máximas equivalentes a las personas sin amputación, además de realizar excursiones, escalar y hasta bailar. Se trata de la primera prótesis con estas características que puede ser controlada totalmente por el sistema nervioso del […]
    Pablo Javier Piacente