Investigadores de la Universidad de Kiel-CAU han llegado a una conclusión preocupante: "El cáncer es tan antiguo como la vida multicelular en la Tierra y probablemente nunca serán completamente erradicados", asegura el profesor Thomas Bosch en sus últimos resultados de investigación. El estudio, realizado por un equipo internacional encabezado por Bosch, se publicó ayer en la revista Nature Communications, y aparece resumido en una nota de prensa de la universidad.
Las causas de los tumores son los llamados genes del cáncer. Saber cuándo la evolución comenzó a producir tumores es una cuestión que los científicos Tomislav Domazet-Loso y Diethard Tautz, del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva en Plön (Alemania) han estado investigando durante varios años, utilizando métodos y bases de datos bio-informacionales que ellos mismos han desarrollado. "Durante la búsqueda del origen del gen del cáncer, hemos hecho un descubrimiento inesperado en el grupo de animales animales", explica Domazet-Lošo.
Él es uno de los autores del presente estudio, y actualmente trabaja en el Instituto Ruder Boskovic y la Universidad Católica de Croacia en Zagreb. "Nuestros datos pronosticaron que los primeros animales multicelulares ya tenían la mayoría de los genes que pueden causar cáncer en los seres humanos." Lo que faltaba hasta ahora era, por un lado, la evidencia de que estos animales pudieran realmente sufrir tumores y, por otra, la comprensión molecular de los mecanismos de la formación de tumores en estos animales simples.
Error en la programación
El equipo de investigación dirigido por el profesor biólogo evolucionista Thomas Bosch, del Instituto de Zoología de la Universidad de Kiel, ya ha logrado una impresionante comprensión de las raíces del cáncer. Bosch ha estado investigando las células madre y la regulación del crecimiento de tejido en Hydra, un pólipo filogenético antiguo, desde hace muchos años. "Ahora hemos descubierto pólipos portadores de un tumor en dos especies diferentes de Hydra, un organismo muy similar a los corales", subraya Bosch en relación con el primer resultado del nuevo estudio. Esto proporciona la prueba de que efectivamente existen tumores en los animales viejos primitivos y evolutivos.
El equipo también rastreó la causa celular de los tumores a lo largo de todo el eje corporal. Por primera vez fueron capaces de demostrar que las células madre, que se programan para la diferenciación sexual, se acumulan en grandes cantidades y no se eliminan de forma natural mediante la muerte celular programada. Curiosamente, estos tumores afectan sólo a pólipos Hydra hembra y se asemejan a los cánceres de ovario en humanos.
"Al llevar a cabo análisis moleculares más detallados de los tumores encontramos un gen que se activa de manera espectacular en el tejido tumoral y que normalmente impide la muerte celular programada", explica Alexander Klimovich, de la Fundación Alexander-von-Humboldt en el Instituto de Zoología de la Universidad de Kiel y co-autor principal del estudio, con respecto a la segunda conclusión del estudio.
El tercer hallazgo de los científicos fue demostrar que las células tumorales son invasivas. Esto significa que si las células tumorales se introducen en un organismo sano, pueden desencadenar el crecimiento de un tumo. Bosch llega a la siguiente conclusión de su investigación sobre las especies de Hydra: "La característica invasiva de las células cancerosas es también una característica antigua de la evolución."
Raíces profundas
Según el equipo de investigación dirigido por Bosch, los hallazgos de tumores primordiales en Hydra son un paso innovador en el entendimiento del cáncer en el contexto biológico: "Nuestra investigación confirma que animales primordiales como los pólipos Hydra proporcionan una enorme cantidad de información para ayudar a entender problemas tan complejos como ‘cáncer’. Nuestro estudio también hace que sea poco probable que la ‘guerra contra el cáncer" proclamada en la década de 1970 se puede ganar siempre. Sin embargo, conocer a tu enemigo desde sus orígenes es la mejor manera de luchar contra él, y ganar muchas batallas", afirma Bosch.
Referencia bibliográfica:
Tomislav Domazet-Lošo, Alexander Klimovich, Boris Anokhin, Friederike Anton-Erxleben, Mailin J. Hamm, Christina Lange, Thomas C.G. Bosch. Naturally occurring tumours in the basal metazoan Hydra. Nature Communications (2014). DOI: 10.1038/ncomms5222
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