A todo el mundo le gusta mirar a los bebés. Pero, ¿quién quiere escucharles? …Resulta que otros bebés.
Un equipo de investigación de la Universidad McGill (Montreal, Canadá) ha descubierto que los bebés de 6 meses de edad parecen estar mucho más interesados en escuchar a otros bebés que en escuchar a los adultos.
Es un hallazgo importante porque los investigadores creen que esta atracción hacia los sonidos del habla de otros niños puede ayudar a poner en marcha y apoyar los procesos cruciales involucrados en aprendizaje del habla.
El descubrimiento también podría ofrecer nuevas vías para ayudar a los niños con problemas, como deficiencia auditiva, que dificultan el desarrollo de sus habilidades lingüísticas.
Experimentos
Los investigadores descubrieron esta preferencia por parte de los niños pequeños haciendo una serie de experimentos en los que reprodujeron un sonido vocal repetitivo que imitaba o bien a una mujer adulta o bien a un bebé. Los sonidos fueron creados usando una herramienta especial de síntesis.
Midiendo cuánto tiempo mantenía cada sonido la atención de los bebés, los investigadores descubrieron que tenían una clara preferencia por los que imitaban al infante. En promedio, los bebés escucharon las vocales infantiles casi un cuarenta por ciento más que las vocales de mujer adulta.
No se trata de una preferencia por un sonido familiar, porque los bebés que participaron en el experimento aún no balbuceaban siquiera, por lo que los sonidos infantiles que escucharon no eran todavía parte de su experiencia de escucha habitual.
Los padres que imitan sonidos de bebé
Algunos bebés mostraron su interés de varias maneras. Reaccionaron a las vocales adultas con caras bastante neutros, pasivas. Pero cuando oían sonidos infantiles, sonreían o movían la boca mientras escuchaban, o ambas cosas. Parecían reconocer que se trataba de un sonido que podrían tratar de hacer ellos mismos, a pesar de que probablemente nunca habían oído nada como eso antes.
Los cuidadores ya lo saben, a un nivel intuitivo. «Tal vez, cuando utilizamos un tono de voz agudo como el de un bebé para hablar con ellos, en realidad estamos preparándoles a percibir su propia voz», sugiere la profesora Linda Polka, de la Escuela de Trastornos de la Comunicación de McGill, y autora principal el estudio, en la nota de prensa de la universidad.
Encontrar su propia voz
«Como adultos, usamos el lenguaje para comunicarnos. Pero cuando un niño pequeño comienza a hacer los sonidos del habla, a menudo tiene más que ver con la exploración que con la comunicación… De hecho los bebés normalmente vocalizan cuando están solos, sin ningún tipo de interacción o contacto visual con los demás «, dice Polka.
«Esto se debe a que para aprender a hablar los bebés necesitan pasar mucho tiempo moviendo la boca y las cuerdas vocales para comprender el tipo de sonidos que pueden hacer ellos mismos. Necesitan, literalmente, «encontrar su propia voz».
Este estudio acerca a los investigadores a la comprensión de la compleja interacción entre la percepción del habla y la producción de la misma en los niños pequeños.
Estímulo al cerebro
Una investigación de la Universidad de Washington (Seattle, EE.UU.) señala que el habla exagerada y lenta de los padres ayuda a los bebés a empezar a hablar. En concreto, se comprobó que los sonidos del habla estimulan partes del cerebro que coordinan los movimientos motores para hablar, ya entre los 7 y los 11 meses de edad, cuando aún no saben hablar.
Los resultados enfatizan la importancia de hablar con los niños durante las interacciones sociales, incluso si no hablan aún.
En el experimento se aplicó a los niños un escáner cerebral que mide la activación del cerebro a través de una técnica no invasiva llamada magnetoencefalografía. 57 bebés de entre 7 y 11 o 12 meses de edad escucharon una serie de sílabas como «da» y «ta» de su idioma nativo y de otro extranjero, y los investigadores registraron las respuestas cerebrales.
Los investigadores observaron actividad cerebral en un área auditiva del cerebro llamada la circunvolución temporal superior, así como en el área de Broca y el cerebelo, las regiones corticales responsables de la planificación de los movimientos motores necesarios para la producción del habla.
Este patrón de activación cerebral se produjo tanto para el idioma nativo (inglés) como para el extranjero (español), lo que demuestra que a esta temprana edad los niños responden a todos los sonidos del habla, los hayan o no oído antes.
En los lactantes de más edad, la activación del cerebro era diferente. Entre 11 y 12 meses, los cerebros de los bebés presentan más activación motora ante el discurso no nativo en relación con el lenguaje nativo, lo que los investigadores interpretan como muestra de que el cerebro del bebé necesita más esfuerzo para predecir qué movimientos crean el habla no nativa.
Los investigadores destacan que el parentese –forma de hablar usada por los adultos que se ajusta al lenguaje de los niños, no confundir con hablar como un bebé– puede ser útil para que los bebés modelen los movimientos motores necesarios para hablar.
Referencia bibliográfica:
Matthew Masapollo, Linda Polka, Lucie Ménard: When infants talk, infants listen: pre-babbling infants prefer listening to speech with infant vocal properties. Developmental Science (2015). DOI: 10.1111/desc.12298
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