Pese a su diversidad lingüística y cultural, la población de gitanos en Europa comparte un pasado común. Un estudio publicado en la revista Current Biology muestra, a partir del estudio genómico de esta etnia y su comparación con europeos e indios, que los gitanos emigraron hacia Europa desde la India hace unos 1.500 años.
La investigación ha contado con la participación de 18 centros y universidades europeas y americanas, entre ellos la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) y el Hospital Puerta de Hierro (Madrid), informa SINC.
El pueblo gitano representa la minoría más numerosa del continente europeo. Está formada por aproximadamente 11 millones de personas, una envergadura similar a la de países como Grecia, Portugal y Bélgica.
Los investigadores querían “explorar la historia de la población de gitanos europeos porque constituye una parte importante de la demografía europea total, pero su marginación siempre ha dificultado su estudio científico”, explica David Comas, del Instituto de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra, y coautor de la investigación.
Un pueblo sin restos escritos
Estudios lingüísticos e históricos anteriores ya habían considerado que el origen de los gitanos pudo situarse en la India, pero hasta el momento nadie había ofrecido una perspectiva genómica sobre esa procedencia ni sobre su historia demográfica.
Además, “fue un pueblo que no dejó restos escritos sobre sus orígenes ni sobre su dispersión”, explican los científicos.
Los investigadores han reunido datos del genoma de 13 grupos actuales de esta etnia –con un total de 152 individuos– así como de poblaciones indias y europeas.
Tras analizar la diversidad genómica dentro de cada uno de esos grupos y observar las diferencias entre los genes de cada colectivo, “podemos inferir que hace 1.500 años los gitanos se separaron de los indios e iniciaron su éxodo hacia Europa”, explica a SINC Isabel Mendizábal, coautora del trabajo.
Según el estudio, después de una migración rápida hace 1.500 años, los gitanos se mezclaron con las poblaciones que se encontraron en su camino hacia Europa y durante este tiempo se produjo un mestizaje genético moderado con las gentes del Cáucaso y de Asia Central. Después se expandieron por toda Europa desde los Balcanes hace unos 900 años.
Una vez en Europa, se ha producido un mestizaje entre los gitanos europeos y las poblaciones no gitanas. A lo largo de unos 940 años, en cada generación, el 4% ó 5% de los progenitores no eran gitanos.
En cuanto al idioma romaní, que recibió influencias de Oriente Medio y del Cáucaso, los investigadores encuentran pocas evidencias sobre un posible origen común con los actuales habitantes de esta región del mundo.
Este estudio ilustra “la importancia que tiene comprender el legado genético de los gitanos para completar la caracterización genética de los europeos como grupo”. Algo que se relaciona con varios campos, desde la evolución humana hasta las ciencias de la salud.
Referencia bibliográfica:
Isabel Mendizábal et.al. Reconstructing the Population History of European Romani from Genome-wide Data. Current Biology. 6 de diciembre de 2012.
Hacer un comentario