Una revisión de la investigación sobre la disminución de las poblaciones de insectos ha revelado que existe una amenaza catastrófica para el 40 por ciento de las especies, que podrán desaparecer en los próximos 100 años. Entre las especies en mayor riesgo se encuentran mariposas, polillas, libélulas, abejas, hormigas y escarabajos peloteros.
El doctor Francisco Sánchez-Bayo, asociado honorario del Instituto de Agricultura de Sydney (Australia), y autor de la revisión, explica en un comunicado que la pérdida de hábitats por la agricultura intensiva, junto con los contaminantes agroquímicos, las especies invasoras y el cambio climático, son las principales causas del colapso en las poblaciones de insectos.
«Dado que los insectos comprenden cerca de dos tercios de todas las especies terrestres, las tendencias confirman que la sexta extinción masiva está afectando profundamente las formas de vida en nuestro planeta», señalan Sanchez-Bayo y la doctora Kris Wyckhuys, de la Universidad de Queensland (Australia) y de la Academia China de las Ciencias.
En 2017, Tendencias 21 se hizo eco de un estudio que advertía sobre la llegada de la sexta gran extinción de especies, comparable a la que causó la extinción de los dinosaurios, pero acelerada esta vez por la acción humana. El alarmante estudio se basaba en que las especies de vertebrados están desapareciendo cada vez más rápidamente.
Esta revisión exhaustiva de 73 informes históricos sobre la disminución de los insectos en todo el mundo evalúa sistemáticamente los factores subyacentes de la disminución de la población.
«Debido a que los insectos constituyen el grupo de animales más abundante del mundo y juegan un papel fundamental dentro de los ecosistemas, tal extinción no puede ser ignorada y debe provocar una acción decisiva para evitar el colapso catastrófico de los ecosistemas de la naturaleza», apunta el informe.
Realismo
“No somos alarmistas, somos realistas”, advierte Sánchez-Bayo. “Estamos experimentando la sexta extinción masiva en la Tierra. Si destruimos los insectos, que son la base del ecosistema, destruimos a todos los otros animales que dependen de ellos como fuente de alimento”.
Para abordar esta amenaza a las especies de insectos, el estudio advirtió de que la humanidad necesita replantearse las prácticas agrícolas actuales. En particular, una reducción considerable del uso de pesticidas y su sustitución por prácticas más sostenibles y de base ecológica.
Sanchez-Bayo incide en que estas medidas se necesitan urgentemente para frenar o revertir estas tendencias actuales y «permitir la recuperación de poblaciones de insectos en declive y salvaguardar los servicios ecosistémicos vitales que brindan».
El impacto podría ser inimaginable
“Los insectos son absolutamente vitales para nuestros ecosistemas: son polinizadores, controladores de plagas y administradores de desechos”, explica la doctora Tanya Latty, también del Instituto de Agricultura de Sydney.. “Son alimento para innumerables aves, reptiles, mamíferos y peces. Si no se controla, la pérdida continua de insectos, afectará nuestra vida diaria de manera casi inimaginable”.
Latty espera que la revisión de Sanchez-Bayo sirva para que la gente reaccione y “se dé cuenta de lo que estamos perdiendo, y de los que se puede salvar”. La doctora incide en que “los insectos son resistentes y no es demasiado tarde para detenerse e incluso revertir las disminuciones”.
Referencia
Worldwide decline of the entomofauna: A review of its drivers. F. Sánchez-Bayo, K. A.G.Wyckhuys. Biological Conservation, April 2019. DOI: https://doi.org/10.1016/j.biocon.2019.01.020.
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