La búsqueda del elixir de la vida, la fuente de la eterna juventud, ha sido causa de desvelos para alquimistas y científicos desde tiempo inmemorial. ¿Se podría llegar a vivir eternamente? Eso es lo que pretenden averiguar varios emprendedores del ámbito tecnológico en Silicon Valley, en California (Estados Unidos).
The Guardian informa esta semana, en una noticia de la que se hace eco Cordis, sobre el gestor de fondos de alto riesgo Joon Yun, de Palo Alto Investors, que ha creado el Palo Alto Longevity Prize, o Premio Palo Alto de la Longevidad, que se otorgará a quien consiga la proeza de «desentrañar el código de la vida y curar el envejecimiento».
Hasta ahora quince equipos científicos han respondido a este desafío, premiado con 850.000 euros (1 millón de dólares). Next Big Future precisa que se concederá el Homeostatic Capacity Prize, o Premio de Capacidad Homeostática, valorado en 425.000 euros (500.000 dólares) al primer equipo que consiga restituir la capacidad homeostática (indicativo de la variabilidad de la frecuencia cardiaca) de un mamífero viejo de referencia, a la de un adulto joven.
También se ofrece el Longevity Demonstration Prize, o Premio a la Demostración de la Longevidad, valorado en otros 425.000 euros (500 000 dólares), al primer equipo que logre prolongar la vida de su mamífero de referencia un 50 % con respecto a lo que se acepta como normal. Dicha demostración consistirá en aplicar un método que restituya la capacidad homeostática para prolongar la vida.
Según Next Big Future, además del premio en efectivo de 1 millón de dólares, la organización del Premio de Palo Alto colabora con varios business angels, empresas de capital riesgo, departamentos corporativos de inversión de capital riesgo, y diversas instituciones y fundaciones privadas para proporcionar financiación adicional a los equipos en liza.
Motivación moral
The Guardian apunta que Yun, que encabeza la iniciativa, considera que ésta es más moral que personal, puesto que el premio está respaldado por una comisión de nada menos que cincuenta asesores, entre los que se cuentan científicos de algunas de las universidades estadounidenses más prestigiosas.
Este premio no es el único que persigue desvelar el secreto de la inmortalidad. Sus propios organizadores lo describen como «una de las numerosas iniciativas, cada vez más numerosas en el mundo, que ambicionan esta meta»». Y añaden: «Con el premio pretendemos incentivar las innovaciones que detengan el envejecimiento recuperando la capacidad homeostática del organismo y favoreciendo la prolongación de la vida de un modo sostenido y saludable».
La iniciativa de Google
A esta carrera por prolongar la esperanza de vida humana se ha sumado la empresa de Google Calico (acrónimo de California Life Company). Su cometido es el de lograr una ingeniería inversa de los mecanismos biológicos que controlan la esperanza de vida.
Según The Guardian, en abril de 2014 Calico contrató a Cynthia Kenyon, «científica de prestigio entre cuyos logros se incluye la ingeniería genética de nematodos (gusanos) que lograron vivir hasta seis veces más de lo normal, la cual ha manifestado que ambiciona aplicar sus descubrimientos en humanos».
El periódico inglés también alude a Human Longevity Inc. (HLI) y asegura que esta entidad trabaja en conformar la base de datos de genotipos y fenotipos humanos más exhaustiva del mundo para hacer frente a enfermedades asociadas al deterioro biológico humano debido al envejecimiento.
HLI señala que aprovechará sus «principales áreas de especialidad» (la genómica, la informática y las terapias con células madre) para cambiar la praxis médica fomentando la transición hacia un modelo de medicina preventiva y basada en la genómica.
Probablemente, concluye el artículo de Cordis, todo ser humano desee disfrutar de una vida longeva, más saludable y con más comodidades pero, ¿querrían todos curar el envejecimiento y vivir para siempre? ¿Es posible de verdad? El tiempo lo dirá.
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